
Parece ser que la victoria del español, Alejandro Davidoch Fokina, ante el número uno del mundo el pasado martes no fue un espejismo de su juego, sino una confirmación de hasta donde puede llegar.
El malagueño jugará por primera vez en su carrera una final de un Master 1000, y que mejor lugar para hacerlo que en el prestigioso torneo de Mónaco.
El partido ante el búlgaro Grigor Dimitrov, quien venía cuajando buenas actuaciones en este torneo derrotando a jugadores como Casper Ruud, (el pasado finalista de Miami,) o el polaco Hubert Hurkacz, ha sido un auténtico espectáculo tenístico.
El español firmaba una primera manga muy sólida, sin ceder una sola de break en su servicio y aprovechando la única que tuvo para poder llevársela por 6-4.
El segundo set, Davidovich cerraba para llevarse el partido con 5-4. Sin embargo, un gran juego del búlgaro igualaba el marcador. Ya en el tie break, los errores condenaban al malagueño a un tercer set.
Tras comenzar con un 2-0 abajo y salvar 4 bolas de break para el 3-0, Davidovich conseguía darle la vuelta al marcador y ponerse 5-2 arriba con un break de ventaja.
Con un marcador de 6-3 en el tercer set, el actual número 46 del mundo, cuyo ranking subirá considerablemente el lunes (a expensas de lo que pase mañana en la final), conseguía llevarse esta batalla campal ante el búlgaro en 2 horas y 44 minutos de partido.
Esperemos que sea la primera final de muchas para el joven español, que con tan solo 22 años, luchará mañana para levantar el título en Mónaco ante el ganador del partido entre Stefanos Tsitipas y Alexander Zverev.
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