
La presencia de Stan Wawrinka en el Marbella Tennis Open había generado una alta expectación al tratarse el suizo de un ex campeón de tres Grand Slam y uno de los pocos capaces de haber plantado cara al “big three” en la pasada década. Sin embargo, la realidad del suizo es muy diferente a la que fuese antaño.
Con dos operaciones en su pie izquierdo y a sus 37 años, Wawrinka aceptaba la wildcard del torneo y elegía Marbella como lugar idóneo para iniciar su año. Pese a toda esa expectación que generaba el suizo, el partido de hoy ante el sueco Elias Ymer podría decirse que ha sido algo “esperado”.
El primer set ha sido marcado por la solidez del sueco con su servicio y por un Wawrinka que no encontraba la tecla adecuada para contrarrestar los ataques del mayor de los Ymer que conseguía ponerse por delante con un marcador de 6-2. Muy diferente ha sido el segundo parcial, cuando con un temprano break ponía al suizo por delante en el marcador. Consiguiendo incluso un segundo break de ventaja, y con un marcador de 4-1, el nivel de Stan ha bajado considerablemente; perdiendo su saque 3 veces consecutivas y perdiendo finalmente el partido. Un resultado de 6-2 y 6-4 que pone en evidencia la falta de ritmo y competición que traía Stan Wawrinka.
Pese a no haber cuajado una gran actuación, el tener al suizo en este torneo es algo de apreciar, y, el haber disfrutado de ese revés a una mano en Marbella es, sin duda alguna, un recuerdo del que podrá jactarse el público marbellí.
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